TRENTON
- La Fiscal General Paula T. Dow y el Director
de Justicia Criminal Stephen J. Taylor anunciaron
que el dentista de Pennsylvania, Thomas
W. McFarland Jr. se declaró culpable
hoy de arrojar jeringuillas y otros residuos
de tipo médico que después
quedaron varadas en Avalon durante la última
semana de agosto 2008, lo cual provocó
el cierre de sus playas en cinco ocasiones.
Según
el director Taylor, McFarland, de 61 años,
de Wynnewood, Pennsylvania, se declaró
culpable de arrojar ilegalmente contaminantes
en el agua ( en cuarto grado) al comparecer
ante el Juez de la Corte Superior Raymond
A. Batten en el Condado de Cape. McFarland
se declaró culpable el 18 de noviembre
de 2008, después que un jurado investigador
sometió las acusaciones a través
de la División de Justicia Criminal.
El
Estado recomendará que McFarland
sea sentenciado a un año de libertad
condicional. Como condición McFarland
deberá pagar $ 100,000 al municipio
de Avalon a manera de restitución
de los gastos en que incurrió este
municipio para efectuar la limpieza de las
playas, y con los fondos restantes se desarrollarán
proyectos para mejorar el medio ambiente
en Avalon.
El
Vice Fiscal General Ed Bonanno procesó
el caso y tomó la declaración
de culpabilidad de la en representación
de la División de Justicia Criminal.
El Juez Batten fijó la fecha de la
sentencia de McFarland para el 30 de abril.
McFarland,
quien es propietario de una vivienda en
Avalon Manor en Middle Township, admitió
que el 22 de agosto de 2008, usó
su pequeño bote de motor para dirigirse
a Townsend Inlet en el extremo norte de
Avalon, y arrojó una bolsa de residuos
de su práctica dental en Wynnewood,
Pennsylvania.
A
partir del día siguiente, los residuos
dentales fueron encontrados flotando en
el agua a lo largo de una franja de playa
en el extremo norte de Avalon entre la calle
9 y 24. Los residuos incluían aproximadamente
260 agujas dentales "Accuject",
180 hisopos de algodón, una serie
de cápsulas de plástico azul
y blanco que se utiliza para mantener el
material de obturación dental y otros
objetos usados. Los funcionarios en Avalon
alertaron al Departamento de Protección
del medio Ambiente que se notificó
a la División de Justicia Criminal.
La
División de Justicia Criminal de
la Sección de Delitos Ambientales
de inmediato comenzó una investigación
intensa con el Departamento de Policía
de Avalon y la Oficina del Fiscal del Condado
de Cape May.
Los
investigadores encabezados por la sección
de los Delitos Ambientales de la División
de Justicia criminal, trabajaron rápidamente
para rastrear el origen de los residuos
dentales, y la Oficina del Fiscal General
ofreció una recompensa de $10,000
dólares por información que
conduzca al arresto y convicción.
Cierta información obtenida en los
primeros días de la investigación
apuntaban a la práctica de McFarland.
Las
autoridades de Avalon recuperaron un broca/fresa
dental con un número de lote. Los
detectives contactaron con el fabricante
y descubrieron que la oficina dental de
McFarland fue uno de los que compraron este
tipo de materiales de un lote. Los detectives
también pudieron conocer que McFarland
recibió la promoción de productos
“Accuject” en un momento en
que se distribuyeron las agujas con los
números de lote que quedaron varadas
en Avalon.
El
2 de septiembre de 2008, McFarland acudió
al Departamento de Policía de Avalon
y admitió que arrojó los residuos
dentales. Después de una pesquisa
en su casa de playa, en su bote y una camioneta
en New Jersey, los investigadores obtuvieron
una orden de allanamiento de su consultorio
dental en Pennsylvania. Allí descubrieron
pruebas de las declaraciones de McFarland
que los residuos dentales procedían
de su práctica dental, incluyendo
brocas/fresas dentales y agujas “Accuject”con
los números de un mismo lote, como
los que se hallaron en Avalon. McFarland,
fue acusado formalmente y después
fue puesto en libertad sin fianza. El Estado
de Pennsylvania posteriormente suspendió
su licencia dental.
La
velocidad y la eficacia en la investigación
conjunta devolvieron la tranquilizar en
el público y se pudo comprobar que
el arrojo de desperdicios médicos
en Avalon fue un incidente aislado, y que
las playas de New Jersey son limpias y seguras.
La Oficina del Fiscal General hizo hincapié
en que no se había producido un caso
similar de una persona acusada de arrojar
desperdicios médicos directamente
en el océano en 20 años.
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