TRENTON-
La Fiscal General Paula T. Dow y el Director
de Justicia Criminal anunciaron hoy que
un prisionero que cumple sentencia en Northern
State Prison, se declaró culpable
de ser miembro de una banda que se dedicó
al contrabando de teléfonos celulares
pre-pagados y drogas dentro de este centro
penitenciario. Otro cómplice de fuera
y dos reclusos que fueron sus clientes también
se declararon culpables.
El
Director Taylor dio a conocer que Quadir
Barnes de 32 años, se declaró
culpable de extorsión organizada
al comparecer ante el Juez de la Corte Superior
Mathías E. Rodríguez, en el
condado de Middlesex. Según el acuerdo
de culpabilidad, el Estado recomendará
que Barnes sea sentenciado a 6 años
de cárcel.
Al
confesar su culpabilidad, Barnes dijo que
participó en la banda de confinados
que se encargaban de conseguir clientes
para distribuir el contrabando de los celulares
dentro de la prisión, los cuales
fueron metidos de contrabando por el ex-oficial
de correcciones Luis S. Román de
47 años residente en Avenel. Román,
se declaró culpable el18de julio
pasado por cargos de extorsión organizada
y conducta deshonesta. El estado recomendará
que Román sea sentenciado a 14 años
en una prisión, sin ser elegible
para obtener libertad bajo palabra en 5
a os.
Barnes,
Román y otros 17 individuos ya fueron
acusados de distribuir contrabando dentro
de la prisión o actuaron como cómplices
desde fuera de la penitenciaria, y enfrentan
cargos de extorsión y conspiración.
En acusaciones separadas otras 16 personas
fueron acusadas de contrabando.
Tres
de los otros acusados son:
- Shanta
Barnes, de 25 años, de
East Orange, se declaró culpable
de conspiración en segundo grado
y cómplice exterior en favor de
su hermano Quadir Barnes. Ella enfrenta
cargos de libertad condicional.
- Serafim
DeGarcia, de 33 años,
un recluso que recibe tratamiento en el
Centro de Diagnóstico de Adultos
en Avenel, se declaróó culpable
de la compra de contrabando en cuarto
grado, obstrucción de justicia
en cuarto grado. DeGarcia enfrenta 18
meses de prisión consecutivos a
su actual sentencia.
- Rotimi
Washington, de 37 años,
un recluso del Northern State Prison,
también se declaró culpable
de ser un cliente y de obstrucción
de justicia en cuarto grado. Washington,
enfrenta 18 meses de prisión consecutivos
a su actual sentencia.
La
investigación reveló que Román
varias veces por semana pudo burlar la vigilancia
para camuflar y meter los celulares a la
prisión incluyendo los teléfonos
celulares prepa-gados cocaína, heroína
y marihuana, ocultando los objetos en su
chaleco protector y sus botas. Los reclusos
que tenían familiares o amigos fuera
de la prisión se presume actuaron
como cómplices mediante la compra
de teléfonos y drogas y el embalaje
para ser entregados por Román. La
investigación reveló que los
internos pagaron por los objetos que eran
enviados por giro por cable a la esposa
de Román u otro de sus cómplices
en el exterior.
La
División Especial de Investigaciones
del Departamento de Correcciones al comprobar
la existencia de celulares de la misma marca
y modelos que fueron confiscados a los reclusos,
empezó a investigar las sospechas
de un oficial de corrección vinculado
al contrabando dentro de Northern State
Prison y otras prisiones.
La
investigación conjunta de la Policía
Estatal y el Departamento de Correcciones
comenzó en julio de 2009. Román,
continuaba con el contrabando de celulares
que había empezado en agosto de 2007
hasta noviembre 14 de 2009, cuando fue arrestado
con su esposa. Ann Marie Román, de
37 años, de Keasbey, quien ahora
está divorciada de Luis Román,
declarándose culpable el 14 de septiembre
de 2010 ante el Juez de la Corte Superior
Frederick P. DeVesa, por cargos de conspiración
en segundo grado, por cometer sobornos.
La mujer admitió que bajo la dirección
de su esposo, recibió miles de dólares
a través de Western Union y Money
Gram como pago por los artículos
de contrabando.
Román
se presume utilizó los servicios
de dos presos de confianza como sus intermediarios
en el Northern State Prison. Los reclusos
son Ángel Vásquez, de 53 años,
y Willie Wade, de 46 años, y también
se presume que utilizó numerosos
presos como distribuidores dentro de la
prisión incluyendo a Barnes. Los
clientes acordaron pagar una cuota por el
contrabando. Por ejemplo, si un preso deseaba
un teléfono celular pre-pagado, tenía
que pagar hasta $ 400 dólares o más,
y un adicional de $ 200.00 como una "pago
de embarque." En cada nivel de la organización,
los intermediarios y distribuidores recibían
una cierta cantidad de dinero, sin embargo
Román mantenía la mayoría
de las ganancias. Una vez que el contrabando
era introducido en la prisión, Román
se presume se los pasaba a sus hombres de
confianza, que luego se los entregarían
a los distribuidores eran presos y con frecuencia
trabajadores de cocina y lavandería,
quienes distribuían el contrabando
en toda la prisión.
La
investigación fue conducida por el
Detective Timothy Hackett y el Sargento
Dennis Buoye de la Unidad Norte de Pandillas
de la Policía Estatal de New Jersey,
y el Investigador Principal Scott Russo,
Investigador superior Michael Kubik y el
Investigador Superior Omar Howard de la
División de Investigaciones Especiales
del Departamento de Correcciones., el Supervisor
Delegado del Fiscal Andrew M. Butchko y
los Delegados del Fiscal General Cassandra
Serentino, Daniel Bornstein y Julia S. Glass
prepararon y presentaron el caso ante el
jurado investigador por el Buró de
Pandillas y Crimen Organizado de la División
de Justicia Criminal.
El
juez Rodríguez fijo la sentencia
de estos acusados para el mes de junio.
Román será sentenciado en
octubre del presente año.
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