TRENTON - El Fiscal General Jeffrey S. Chiesa informó que el ex supervisor de un almacén del Departamento de Tesoro ubicado en la primera Avenida en Hamilton fue declarado culpable en el juicio por cargos de robo de los equipos sobrantes guardados en el almacén.El citado juicio concluyó hoy.
David Winkler, de 51 años, residente en Bordentown, fue declarado culpable por un jurado del condado de Mercer tras un juicio de dos semanas en la sala del Juez Robert C. Billmeier en Trenton. Winkler fue declarado culpable de conspiración (segundo grado), conducta deshonesta (segundo grado), robo (en tercer grado), y mal uso de los bienes de propiedad del gobierno (tercer grado). La fianza de Winkler fue revocada después del veredicto y fue puesto bajo custodia estatal. El Vice Fiscal Anthony A. Picione, Jefe Adjunto de la División de Justicia Criminal y el Vice Fiscal Analista Holmes estuvieron a cargo de este caso en representación de la División de Justicia Criminal.
El estado presentó testimonios y pruebas que Winkler junto con otros empleados cometieron fraude entre julio de 2005 y abril de 2007, y en forma ilícita vendieron más de $ 24,000 dólares en chatarra y luego se dividieron las ganancias. Winkler ha sido suspendido de su empleo estatal desde su arresto en abril de 2008.
"Este supervisor estatal se aprovechó de su posición para robar la propiedad pública para sí mismo y otros cómplices, dijo el Fiscal General Chiesa. "No hay lugar en el gobierno para las personas que violan la ley y abusan de su autoridad y la confianza del público en beneficio propio".
"Este ex -supervisor de almacén ahora se enfrenta a una pena de prisión", dijo el director Stephen J. Taylor, de la División de Justicia Criminal. "Este veredicto debe disuadir a otros empleados públicos que se dedican a malversar la propiedad del gobierno. Felicito a los abogados y detectives que manejaron este caso”.
Winkler está programado para ser sentenciado el 6 de marzo. Los delitos en segundo grado se castigan con sentencias de 5 a 10 años de prisión y el pago de una multa de hasta $ 150.000, dólares mientras que los delitos en tercer grado se castigan con sentencias de 3 a 5 años en prisión y una multa de hasta $ 15.000 dólares.
Otros cuatro ex -empleados del almacén se habías declarado culpables en el fraude de la venta de chatarra. Ellos son James Mate, de 52 años, de Yardville, Dominick Mangine, de 48 años, de Jackson, William Gawroski III, de 37 años, de Hamilton y Thomas Sundstrom, de 70 años, de Southampton. Mate, se declaró culpable de conducta deshonesta en segundo grado y fue sentenciado a tres años de prisión. Mangine se declaró culpable en tercer grado y mala conducta oficial y fue sentenciado a 364 días de cárcel como condición de dos años de libertad condicional. Gawroski se declaró culpable en tercer grado por mala conducta oficial y está en espera de ser sentenciado aunque enfrenta libertad condicional. Sundstrom se declaró culpable de conducta deshonesta en tercer grado. Está a la espera de su sentencia y enfrenta 364 días en la cárcel como condición de obtener libertad condicional según el acuerdo de culpabilidad. Cada uno de esos cuatro hombres perdió su empleo estatal y se le ordenó pagar una indemnización de $ 24.292 dólares.
Los cargos son el resultado de una investigación realizada por la Policía Estatal de New Jersey durante más de un año, que comenzó cuando los funcionarios del Tesoro obtuvieron información que Gawroski obtenía pagos ilegales de una empresa de reciclaje a cambio de ayudar a la empresa en asegurar el equipo más valioso en las subastas de excedentes de equipos informáticos del Estado. La investigación se amplió rápidamente para incluir pruebas que los empleados del almacén se llevaron a sus casas propiedad del Estado y las computadoras y que Winkler y otros empleados se apoderaron del equipo excedente de metal para ofrecerlo a una compañía de reciclaje no aprobada, a los que vendían la chatarra a cambio de dinero en efectivo como y luego se dividían el dinero. Entre los objetos metálicos excedentes vendidos como chatarra se pudo ver: escritorios, archivadores, muebles y equipos.
La chatarra del almacén debía ir a una empresa de reciclaje que con un contrato con el Estado realizaba la compra. Gawroski, Mangine y Mate admitieron haber participado en el fraude con Winkler y llevaron la chatarra a otra empresa de reciclaje en Trenton que pagó hasta varios cientos de dólares en efectivo por cada carga que se dividía entre los ex -empleados. El testimonio y las pruebas mostraron que Winkler, como supervisor, estuvo a cargo de este fraude y dio órdenes a los demás.
La investigación fue realizada por el Teniente Keith Dangler, el Detective Sargento John Cappetta y el Detective Sargento. Vincent Greene, de la Policía Estatal de New Jersey, y la Detective Melissa Calkin de la División de Justicia Criminal. El Fiscal Adjunto Picione presentó el caso a un jurado investigador y procesó a los otros acusados. La Detective Shaun Egan, las analistas Nathalie Kurzawa y Allison Callery ayudaron durante el juicio.
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