Una educadora en el distrito escolar de Paterson desde 1998, la maestra puso una Queja con la   División en Derechos Civiles en Diciembre del 2010. (La identidad de la maestra no se revela para proteger su privacidad médica). La Queja alega que el distrito escolar de Paterson no le proveyó razonables acomodaciones para su discapacidad, sometiéndola un ambiente de trabajo hostil, y tomó represalias contra ella por pedir acomodaciones.

En el 2011, la Division on Civil Rights transfirió el caso a la Office of Administrative Law, a  petición de la demandante. Un Administrative Law Judge (ALJ) presidió por 5 días en las audiencias de testimonios en el 2012, y dio una Initial Decision desestimando la queja de la maestra en Diciembre 2013.

El Director de la Division Craig T. Sashihara dio una Final Determination en el 2014 que afirmó, con algunas aclaraciones, la decisión inicial del ALJ. La maestra subsecuentemente apeló. El argumento de apelación tuvo lugar en Abril de este año, y un panel de dos Jueces de Apelación  recientemente sostuvo la Final Determination de Sashihara.

“Creemos que la decisión de la Corte es consistente con los documentos del caso,” dijo el  Director Sashihara. “No había disputa si la maestra tenía una discapacidad. Pero había insuficiente evidencia de apoyar su reclamo de que el distrito escolar razonablemente no acomodó su discapacidad. Ni había suficiente evidencia para apoyar su argumento que ella fue sometida a un ambiente de trabajo hostil y hubo represalia por pedir acomodaciones.”

El archivo de la audiencia demostraba una larga historia envolviendo la maestra de Paterson y su principal. Entre otras cosas, describe numerosos pedidos de acomodaciones de discapacidad por la maestra durante un periodo de tiempo de varios años, así como varios cambios de sus asignaciones de maestra  local de clase iniciados por el principal.

En varias ocasiones, intentos por el principal a cambiar la asignación de la maestra o el lugar de la clase dentro de los 3 pisos del edificio de la Paterson Public School 11precipitaron conflictos.  

Generalmente, el conflicto estaba arraigado en las objeciones de la nueva asignación que de alguna manera aumentaría sus condiciones médicas documentadas por su doctor, las cuales incluían dolor de rodilla.

Una queja recurrente de la maestra fue que esas ciertas asignaciones y planeada reubicación de su clase eran insensibles a su necesidad de subir escaleras para evitar andar muy lejos, y trabajar cerca del cuarto de baño a todo tiempo. La maestra también objetaba a proveer un aviso médico cada año requerido por el distrito explicando su condición y necesidad de acomodación.

En su decisión original, el  ALJ descubrió de hecho, que aunque la maestra tenía dificultad a subir las escaleras, ella lo podía hacer. El ALJ también dijo que la maestra “puede caminar distancias razonables” y que no tiene que estar cerca del cuarto de baño a todo tiempo.

La ALJ también dijo que el distrito escolar ha seguido su política con respecto a acomodaciones médicas tratando con la maestra, y proveyó razonables acomodaciones y las había proveído para ella cada vez que las pidió.

Dando su Final Determination, el Director de la División Sashihara anotó que el distrito escolar,  como está mandado por la ley, se involucró en un “interactivo proceso” con la maestra en una continua base para identificar y evaluar sus necesidades.

Y aunque el proceso podía ocasionalmente resultar en alguna incertidumbre y “cortos retrasos”,  Sashihara escribió, los archivos apoyan la conclusión de que “cada vez que (la maestra) se quejó de las acomodaciones, los Respondientes la trataron.”

Respecto a unas series reportadas de admoniciones y reprimendas por el principal con el paso del tiempo  -- incidentes que la maestra dijo eran emblemáticas a un ambiente hostil y de represalia – escribió el Director Sashihara, los incidentes no estaban relacionados a la discapacidad de la maestra, y de ninguna manera incrementaban el nivel de acción adversa de empleo como está definido por la ley.

“A ella (la maestra) no se le negó una promoción. Ella no recibió pérdida de remuneración de  beneficios o sufrió significante, no-temporal adverso cambio de estado de empleo, o de los términos y condiciones de empleo,” Sashihara escribió. “No fue castigada. Aunque hubo discusiones de transferirla a otra escuela o hacer que ella trabajara en otro piso, eso nunca tuvo lugar.”

El Director también anotó que evidencia y testimonio en este caso no establecieron que la maestra sufrió ningún “daño palpable” como resultado de su principal “a veces maneras abrasivas hacia ella”.

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