TRENTON
-- El Fiscal General Stuart Rabner informó
hoy que instauró una querella legal
en contra de una planta de procesamiento
de residuos de carne en el condado de Essex,
que por mucho tiempo se convirtió
en un centro de contaminación ambiental
por lo que solicitó una orden del
tribunal para que esta planta acepte sus
responsabilidades y no siga violando las
leyes de protección del medio ambiente.
La queja legal fue sometida en el Tribunal
Superior del Condado de Essex y figuran
como demandados: the American Rendering
Corporation, Berkowitz Fat Company, Harry
Berkowitz Industries, Inc. y el dueño
de la planta, Seymour Berkowitz. Esta planta
se encarga de procesar cada semana más
de un millón de residuos proveniente
de la carne, y está localizada en
la avenida Bay en Ironbound, Newark.
Según
la demanda, el Departamento Protección
de Medio Ambiente (DEP) del estado, ha realizado
numerosas inspecciones en esta planta desde
el año 2005 y como resultado, se
estimó que las penas civiles por
contaminación en contra de los demandados
asciende a $2 millones.
“Hemos
acudido al Tribunal porque a pesar que las
penas civiles contra los demandados se estiman
en más de $2 millones, y pese las
recientes revocaciones efectuadas por el
Estado, esta planta sigue funcionando de
manera regular,” dijo el Fiscal General
Stuart Rabner. “No sólo los
demandados ignoran el cumplimiento de la
ley, sino que constituyen una amenaza contra
el medio ambiente y la seguridad pública.
Queremos parar toda actividad que es ofensiva
en esta planta hasta que podamos eliminan
las amenazas”, agregó Rabner.
Las
condiciones deplorables que hemos descubierto
en esta planta conspiran por encima de una
era donde la industria de aquella época
no tenía ninguna conciencia de lo
que es el medio ambiente,” señaló
la Comisionada Lisa P. Jackson de DEP. “Aquellas
operaciones demuestran indiferencia total
al medio ambiente de New Jersey y la calidad
de la vida de nuestras comunidades urbanas
tales como la sección Ironbound en
la ciudad de Newark”, precisó.
Los
inspectores de DEP pudieron comprobar una
serie de violaciones que no han sido corregidas,
incluyendo la eliminación de las
carnes en cocinas con equipos de control
de contaminación del aire que no
funcionan o han sido desconectados, el uso
de grasa en lugar de aceite en los calentadores
(que potencialmente ocasionan la emanación
de contaminantes en el ambiente y un intolerable
olor), no haber sometido los reportes de
las emanaciones y la contaminación
del aire y omitir en informar de un incendio.
Además,
el estado ha detectado que la planta en
Newark es una fuente de la contaminación
del agua vía salida y dirige la descarga
que contiene contaminantes tales como sebo,
grasa, sangre, combustible diesel y aceite
de motor usado. El estado también
ha señalado que la planta prosigue
almacenando al aire libre toneladas de la
basura de carne destapadas, que provocan
una fuente de crianza para los parásitos
y la peste.
Las
quejas también incluyen que 29 de
Enero de 2007, Seymour Berkowtiz rechazó
el ingreso de los inspectores de DEP a la
planta, y falló al no tomar acciones
correctivas que él prometió
a DEP. Específicamente, en febrero
de 2007, Berkowitz facilitó a DEP
una lista de 13 inmediatas acciones remediadoras
en curso que se propuso efectuarlas, sin
embargo durante la inspección a la
planta de DEP efectuada el primero de mayo,
los inspectores no vieron ninguna prueba
de cualquier tentativa para corregir las
violaciones.
Las plantas que procesan los residuos típicamente
de la carne o restos de animales se usan
en la fabricación del sebo, la grasa,
proteínas de carne y huesos. Según
la querella sometida por el estado, los
residuos de carne son traídos en
vehículos a la planta de Berkowitz
y descargados sobre la tierra. Los desperdicios
de carne, incluyendo la grasa y la sangre,
se dejan rutinariamente afuera y se expone
a la lluvia, al calor, a los roedores, etc.
Los desperdicios eventualmente son llevados
a lo largo de un transportador y machacados,
en cocinadores dentro de la planta. Después
del proceso de despedazamiento, los residuos
se separa en sebo/ grasa, proteínas
de carne y proteínas de hueso, y
se vende como materia.
Además de los daños ambientales
potenciales causados en sus operaciones
continuas, las autoridades del estado afirmaron
que las actitudes de la planta de procesamiento
de residuos de carne constituyen una amenaza
pública muy significativa, puesto
que esta planta produce la emanación
de olores nauseabundos que llegan alrededor
de un cuarto de milla, en donde existen
muchos negocios y viviendas privadas.
A nombre del estado, este caso es manejado
por los Vice Fiscales Gary Wolf y Daniel
Greenhouse, de la División Legal.
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