TRENTON
- La Fiscal General Paula T. Dow y el Director
de Justicia Criminal Stephen J. Taylor anunciaron
que un conocido cabecilla de la pandilla callejera
Los Ñetas en Perth Amboy y un segundo
pandillero sospechoso fueron acusados por
participar en un secuestro y golpiza a un
joven que a punta de pistola fue llevado a
un motel en Sayreville. Otros dos miembros
de los Ñetas se declararon culpables
en conexión con el secuestro ocurrido
en diciembre de 2009.
El director Taylor, dio a conocer que Danni
Rivera, de 28 años, de Rahway, presunto
líder de los Ñetas en Perth
Amboy, y David Santana, de 21 años,
de Perth Amboy,han sido acusados formalmente
por un Jurado Investigador por cargos de
secuestro (primer grado), conspiración
(segundo grado) y agresión agravada
(segundo grado). Santana, también
fue acusado de posesión ilegal de
un arma de fuego (segundo grado), posesión
de un arma con un propósito ilegal
(segundo grado) y amenazas terroristas (tercer
grado).
Rivera y Santana se encuentran recluidos
en la cárcel, sin derecho a fianza
que fue fijada en $ 500,000 dólares.
La
acusación, que fue devuelta ayer,
reemplaza a las acusaciones sometidas el
20 de abril 2010 en que se acusó
a Santana y otros dos hombres, Oswaldo Santillán
Jr., de 20 años, de Perth Amboy,
y Héctor Montoya-Garay, de 22 años,
de Perth Amboy. El 16 de mayo d 2011, Santillán
se declaró culpable por secuestro
en primer grado y enfrenta una sentencia
en prisión de hasta 30 años,
el 85 por ciento de los cuales debe permanecer
encarcelado sin la posibilidad de libertad
condicional. Montoya-Garay se declaró
culpable el 18 de marzo de 2011 y enfrenta
hasta 5 años de prisión.
La
acusación se deriva de una investigación
conjunta de la División de Justicia
Criminal y el Departamento de Policía
de Perth Amboy, con asistencia de la oficina
del Fiscal del Condado de Middlesex, el
Departamento de Policía de Carterety
y los Servicios del Alguacil de los Estados
Unidos.
“Danni
Rivera, como cabecilla de Los Ñetas
en Perth Amboy ordenó el brutal secuestro,”
dijo la Fiscal General Dow. “Si es
sentenciado por secuestro Rivera enfrenta
una sentencia por encima de 30 años
en la cárcel”, añadió
la Fiscal General.
“Seguiremos
trabajando en estrecha colaboración
con las autoridades policiales locales,
del condado y federales para centrarnos
en acabar con las pandillas callejeras que
fomentan la violencia a nuestras comunidades",
dijo el director Taylor. "Esta fue
una excelente investigación conjunta”.
La
investigación reveló que la
víctima de 18 años de edad,
había tenido problemas con Rivera.
Se presume que Rivera, como cabecilla de
los Ñetas, ordenó a los otros
tres acusados de llevar a cabo el secuestro.
Al declararse culpable, Santillán
admitió que él y Santana emboscaron
a la víctima en una vivienda en Perth
Amboy, el 5 de diciembre de 2009, y después
lo obligó a subir a una camioneta
conducida por Montoya-Garay. Santillán
admitió que él y Santana colocaron
a la víctima dentro de la camioneta
y lo condujeron a un lugar apartado. La
víctima sufrió una fractura
en la nariz, cortes y heridas en los ojos
y otras lesiones. Santillán dijo
que los acusados llevaron a la víctima
a un motel en Sayreville, donde lo retuvieron
a punta de pistola y lo amenazaron de muerte.
La víctima escapó después
que Santillán y Santana se marcharon,
dejando a Montoya-Garay que lo custodiara.
Al día siguiente, Montoya-Garay dio
un informe falso al Departamento de policía
de Perth Amboy que la camioneta había
sido robada.
Una
mujer, identificada como Isis Rivera, de
26 años, de Perth Amboy, fue acusada
en relación a este caso por la Oficina
del Fiscal del Condado de Middlesex. Isis
Rivera fue acusada de impedir el arresto
de Santillán en su residencia después
que fue acusado del secuestro y era buscado
como un fugitivo. El 29 de septiembre de
2010, la mujer fue admitida al Programa
Pre-Trial Intervention.
Los
cargos de secuestro en primer grado se castigan
con una sentencia máxima de 30 años
de prisión y el pago de una multa
de $ 200.000 dólares. Los delitos
en segundo grado acarrean una sentencia
máxima de 10 años de prisión
y el pago de una multa de $ 150.000 dólares.
Los cargos de secuestro. Los delitos en
tercer grado acarrean una sentencia máxima
de cinco años de prisión y
el pago de una multa de $ 15.000 dólares.
La
acusación fue formulada ante
el juez del Tribunal Superior Pedro J. Jiménez
Jr., quien asignó el caso al Condado
de Middlesex.
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